23 de abril, 2017
Hoy comienzo a tomar medicamentos para esta pena que me consume por dentro. Deseo con toda mi alma que funcionen. He tomado esta decisión porque ya no puedo sola, y he comprendido que los medicamentos son una ayuda para mi cerebro que no produce lo necesario para poder sentirme feliz.
24 de abril, 2017
Solo siento un leve dolor de estómago, y creo que tengo más sueño que de costumbre. No puedo estar triste, estoy en mi práctica profesional, debo ser la estudiante que esperan que sea, debo sonreír, debo calmarme. Observo a las profesoras, trato de comprender cómo ser como ellas. Se saludan y se preguntan de forma casi automática "¿cómo estás?", y la respuesta automática también, "bien, gracias". ¿Cómo lo hacen para no desgastarse emocionalmente? todos los días es lo mismo.
27 de abril, 2017
Se supone que los antidepresivos demoran en hacer efecto. Ojalá fuera más rápido este proceso. Ojalá se fuera esta tristeza tan pesada que me paraliza, no me permite caminar. Mi cuerpo es tan pesado. Hoy no hice esfuerzo físico, pero se siente como si hubiera corrido una maratón. Me duele cada parte de mi cuerpo y de mí ser.
04 de mayo, 2017
Extraño encontrar felicidad en el viento que desordena mi cabello, en ver las flores y árboles danzar con él, en mirar el cielo azul. Hay tanta belleza a mi alrededor que ya no puedo ver. Es como si estuviera cegada, por favor, necesito ver otra vez.
06 de mayo, 2017
Hoy estoy en la tranquilidad de mi casa, soy feliz acá. No tengo que aparentar nada con nadie. Estoy sola, he aprendido a estar sola y me reconforta. La presión de ser alguien que no soy es lo que me va matando día a día. Desearía un día dejar de fingir y ser yo misma.
07 de mayo, 2017
Amo enseñar, amo a los niños. El problema es que no puedo sociabilizar como quisiera. ¿Qué es lo que no me deja conversar con las personas? ¿por qué no puedo ser como todos? Desde muy pequeña que me pregunto lo mismo, y ruego a Dios que me ayude, que me cambie. Nunca sucedió. Pasan los años y siento que no avanzo.
Hoy tuve una crisis de llanto, no sé si este concepto existe, pero así fue. Me duele el corazón, el alma. Necesito que alguien me salve.
15 de mayo, 2017
Nadie me va a sacar de este oscuro lugar en el que estoy. Si no me salvo yo, nadie lo hará. Y está bien, me acostumbré a estar sola. Quizás ese es el problema. Hay días, como hoy, que analizo todo lo que he vivido y trato de encontrar una explicación a mi forma de ser.
22 de mayo, 2017
Hoy fue un día que quisiera olvidar en este mismo instante. Pero sé en el fondo que ha marcado mi vida para siempre. En resumidas palabras, las profesoras del colegio donde hago la práctica le dijeron a mi supuesta amiga que es posible que yo sea asperger. No entiendo nada. Me duele, tengo pena y rabia con ellas, con mi amiga. ¿Por qué me siento así? No sé qué debo hacer ahora. Nunca había pensado eso de mí. Sé que soy diferente, pero asperger nunca lo pensé.
23 de mayo, 2017
Anoche no dormí pensando en todo, en mí, en mi infancia, todo lo que he tenido que pasar. No quiero volver a ese colegio, no quiero ver a esas profesoras ni a mi amiga. Cómo pudo dejar que hablaran de mí esas personas que no me conocen, que solo me ven en un contexto.
29 de mayo, 2017
Cada día es un infierno para mí. Tener que estar en un lugar donde no puedo ser yo misma es la peor sensación. Estoy dudando de lo que estudié. No es porque no me guste enseñar, es que cómo va a ser después si ahora no puedo conversar con las personas. Quizás cuando sea la profesora y no la estudiante el trabajo sea diferente y pueda tener amigos y amigas. Quizás lo pueda lograr, ya he llegado hasta acá, he gastado mucho dinero en los estudios, estos años han sido agotadores pero tengo que ver el lado bueno de todo, puede que no siempre sea así.
01 de junio, 2017
Hoy quería conversar con la jefa de UTP. Ella me dijo una vez que cualquier cosa podía buscarla. Quería contarle, desahogarme un poco y decirle lo que me había pasado con las profesoras. Pero puede que se vea mal. A veces me cuesta mucho saber si lo que quiero hacer o decir está bien o mal, y no sé a quién preguntarle porque no hay nadie que me comprenda. A una amiga más cercana le conté que dijeron que era asperger, ella me dijo sin pensarlo, que no creía que fuera así. Me siento mal. Voy a hablar con la profesora de la Universidad, ya no puedo más con esto.
06 de junio, 2017
Después de conversar con la profesora de la universidad, me siento un poco más tranquila. Me contó que en la misma universidad hay profesores que son asperger, y a algunos no les gusta sociabilizar mucho, y nadie les dice nada. Eso me tranquilizó. Pero yo no soy asperger, no quiero serlo.
16 de junio, 2017
Llevo dos sesiones con la psicóloga que me derivó la universidad. Estoy mejor, puedo contarle a alguien lo que me pasa. Hoy tuve la segunda sesión y ella me dijo que no parezco tener asperger.
19 de junio, 2017
Ya casi termina la práctica profesional, siento un peso menos en mi interior. Ya queda tan poco, siento que me fue mal, pero ya quiero terminar, no importa la nota que tenga, no quiero estar más en este lugar.
26 de junio, 2017
Y fue como pensaba. No tuve una muy buena nota. En mi carpeta decía que habían muchas cosas que me faltaban, principalmente ser más sociable y más entusiasta. Si supieran todo lo que me esfuerzo cada día por sonreír. Nada de lo que he hecho ha servido. Ya no quiero más. Voy a dejar la fluoxetina, no me sirve de nada, solo me vuelve más agresiva, es lo que concluí.
_______________________
28 de febrero, 2019
Ya pasaron dos años desde que escribí en este diario. Ahora tengo una hija, es tan pequeñita y linda. Alegra mis días. Me gustaría poder jugar más con ella. Ojalá pudiera controlar mi cuerpo y hacer que se sintiera vivo para poder jugar.
Ya no estoy tomando antidepresivos, creo que duré unos pocos meses con la Fluoxetina. Sentía que quería romper todo, me sentía muy agresiva con todo y todos. En una ocasión me tomé varias pensando que así se me pasaría más rápido la tristeza. Qué tonta, solo tuve un dolor horrible de estómago, lo demás siguió igual.
Estoy pensando en esta vez ser más constante con el tema de los medicamentos. Fueron pocos meses. Nunca vi los resultados que debían ocurrir. Cuando tenga dinero quiero buscar un psicólogo o un psiquiatra.
Hace poco encontré un trabajo, fui a la entrevista donde habían cuatro personas frente a mí. Nunca había estado en una situación así. Salí creyendo que me había ido mal, como siempre. Pero a la semana me llamaron, tenía el trabajo. Es en otra ciudad así que por esta semana estoy viajando. Es una hora, no es tanto pero es agotador. Llego un poco tarde y como mi hija es pequeña y aún le doy pecho, es difícil poder sacarme leche en el trabajo y en el baño. Estoy buscando una casa para arrendar cerca del trabajo. Hoy hablamos con una arrendadora, ojalá nos elija, sería ideal.
04 de marzo, 2019
Y nos cambiamos de casa. Fue un fin de semana muy agotador, aun me faltan muchas cosas que desempacar, cajas por abrir y cosas que encontrar. Pero lo importante es que estamos acá. Hoy fue mi primer día donde no tengo que viajar, me sentí aliviada porque puedo estar más tiempo con mi hija.
Los días en el trabajo han sido un poco angustiantes emocionalmente, y con mucha incertidumbre porque no sé qué es lo que va a pasar al día siguiente. Es todo nuevo y el colegio es grande. Me pierdo con tantas escaleras y pasillos, pero sé que es parte de empezar algo nuevo. Aunque estoy asustada por no ser lo que esperan que sea. Lo que me tranquiliza es saber que soy yo la profesora, ya no soy la estudiante que debía acotar las normas de la profesora guía de la práctica profesional. Soy yo la que decide qué actividades realizar con los niños, el material que elaborar, las cosas qué decir. Puedo organizar mis tiempos, me siento realizada, soy una profesora al fin, lo logré.
05 de marzo, 2019
Necesito escribir porque no sé cómo ni con quién expresar esto que siento. Tengo miedo. No quiero que me miren y se den cuenta de lo que mucho que me cuesta conversar. Trato de memorizar temas de conversación. Puedo agregar ahora el tema de los hijos, tengo a una bebé y puedo conversar de eso con las personas que tengan hijos. De música no puedo hablar mucho porque no veo que les guste la misma música. De libros tampoco creo que puedo hablar en mi sala con los profesores con los que estoy todo el día. Debo pensar en ideas y anotarlas para no olvidarlas.
06 de marzo, 2019
Ahora escribo seguido porque nadie entiende lo que siento. En la casa me dicen que es fácil conversar con las personas de cosas básicas. La gente no entiende que no es que no quiera, es que no puedo. Me esfuerzo, de verdad que lo hago. A pesar de que mi corazón se acelere al momento de tener que mantener una conversación, y mi cuerpo tiemble y mis manos suden, a pesar de todo lo intento. Pero siento que no lo logro del todo. Aun no he hecho ningún amigo ni amiga, y veo que ya se formaron grupos dentro de la sala de integración. ¿Por qué las personas tienen que formar grupos? si no fuera así, sería más fácil para mí.
07 de marzo, 2019
A veces pienso que no les caigo bien porque soy muy callada, o porque no tengo problemas para estar sola. El problema es que no puedo sociabilizar como me gustaría, pero ellos no lo saben. Sé que hablan de mí y eso me hace sentir mal.
Estos días ha vuelto el pensamiento del autismo. ¿Y si las profesoras tenían razón y tengo algunas características? ya no tengo miedo de serlo, creo que sería un alivio, me dejaría de sentir culpable por ser diferente. Podría contarles que quizás lo soy.
08 de marzo, 2019
Con respecto a lo último que escribí, en un momento en que hablaba con la coordinadora del PIE le mencioné que yo podía ser asperger, sorpresivamente ella me dijo que no parecía.
12 de marzo, 2019
Una nueva semana, me encanta enseñar, me encantan los niños. Me gusta jugar con ellos, hablar de juegos, escuchar lo que tienen para decir, sus historias, que me abracen y que sientan confianza en mí. Sé que no me equivoqué en estudiar para enseñar, solo está el problema de hablar con los colegas. Hoy fue un buen inicio de semana, por favor, que todos los días sea así. No te desanimes, me repito todo el tiempo.
16 de octubre, 2019
No pude más. Hoy me fui del trabajo. No podía controlar las lágrimas estando en la sala de integración, pero creo que nadie lo notó. Siento un dolor de cabeza inmenso, y dentro de mí un vacío. Me siento mal, culpable, me detesto por no lograrlo. Fui al Psiquiatra y me dio licencia. La depresión empeoró. Tengo tanto pánico, no quiero volver a un colegio nunca más.
28 de octubre, 2019
El Psiquiatra me recetó Sertralina. Espero que funcione. Quiero sentirme mejor.
___________________
12 de noviembre, 2022
Tuve
una entrevista de trabajo en un colegio que queda cerca de mi casa. Era un
reemplazo de un mes, así que estaba bien. Solo tenía que organizar un poco las
cosas en casa para el cuidado Lunita.
En
la entrevista me hicieron las preguntas que siempre hacen, pero algo fue
distinto, pues, cuando me dijeron “cuéntame quién eres”, yo dije “soy autista”.
Por primera vez en mi vida le dije a alguien, a dos personas que no conocía.
Sentí nervios, arrepentimiento, miedo, todo en unos pocos segundos. No sabía
qué me iban a decir, y para mi sorpresa, me dijeron que les contara más sobre
ello, sobre el proceso de evaluación hasta llegar al diagnóstico. Me gustó
poder contarlo, me sentí liberada. Y no me miraron ni me hablaron diferente
luego de contarlo. Me sentí muy cómoda en ese lugar, deseaba poder obtener el
trabajo. En la tarde me llamaron para citarme a otra entrevista al día
siguiente, eso quería decir que lo había hecho bien, me sentí muy bien conmigo
misma, lo había logrado.
Fui
a la entrevista muy feliz, ahí me comentaron que les interesaba que hiciera el
reemplazo, a lo cual acepté. Me mostraron el colegio, conocí a la otra
profesora con la que iba a trabajar. Era un lugar muy cómodo, me gustaba.
Al
otro día, el primer y único día de trabajo en ese colegio, fui muy entusiasmada
por comenzar en un lugar nuevo. Siempre con el miedo de no ser suficiente, pero
esta vez necesitaba mucho el dinero, no podía arrepentirme y dejarlo todo. Pero
lo que pasó fue que, al estar en ese lugar recordé lo mal que lo pasé en el
último trabajo. Recordé las mañanas que caminaba llorando porque no quería
entrar, no podía ser como las demás personas y eso me dolía.
Me
gustó conocer nuevos alumnos, me gustó poder apoyarlos y saber que podía
ayudarlos mucho más durante el tiempo que estaría trabajando ahí. Como siempre,
me esforcé todo lo que pude, en algunos momentos en el recreo iba al baño para
poder respirar tranquila, no me sentía triste, pero sí un poco agotada por
tener que sonreír, asentir todo el tiempo. La persona con la que debía trabajar
era de las personas que no escuchan, solo hablaba, y eso me dio un poco de
miedo, no iba a poder comunicar mis ideas si era siempre así. Pero a pesar de
ello iba a seguir. Saludaba y sonreía a todo el que veía. A veces me sale
natural cuando la depresión no está presente, esos son los mejores momentos de
mi vida.
No
iba a ser tan difícil, trabajo administrativo, confeccionar material, apoyar a
los alumnos en clases, planificar actividades en aula de recursos, firmar el
libro cada vez al salir y al entrar, revisar los correos del colegio, de vez en
cuando ir a la sala de integración para que supieran de mi presencia, decir
alguna frase cotidiana a la profesora de básica, reír cuando correspondiera,
mirar a los ojos cuando me hablaran. Pero el miedo me ganó esta vez. Me di
cuenta de que soy mi peor enemiga. Ni siquiera sentí que me presionaran a ser
una persona determinada, solo era yo la que no se aceptaba.
Todavía
no estoy lista, me apresuré demasiado. Aun no supero todos los momentos de mi
vida en que he tenido que fingir. Quiero empezar de nuevo, pero no sé cómo
hacerlo. Quisiera poder olvidar todo, o que no dolieran los recuerdos. Ojalá
mientras escribo estas palabras, se fueran borrando de mi vida los recuerdos
malos, sería mágico.
Hoy
entendí por qué tengo tanta rabia acumulada hacia las personas. Es porque los
envidio y a la vez me enoja que se quejen por todo, veo sus problemas y todo
tiene solución. Pueden comunicarse normal, pueden conversar con otros sin
problemas, pueden trabajar con grupos de gente y no tienen dificultades para
interactuar con los demás. Lo tienen todo y no se dan cuenta. Eso es lo que
envidio de las personas. Todavía necesito aprender a amar y aceptar mis
debilidades.
Lo
bueno de saber por qué uno es quién es, la importancia del diagnóstico. Cada
día me voy conociendo más. Aún queda mucho camino por recorrer, pero ya no
estoy en la incertidumbre.